El tratamiento superficial de un implante afecta directamente su compatibilidad con el tejido humano. Utilizamos una variedad de procesos de tratamiento de superficie, como pulido electrolítico, plantillas de arena, procesamiento de láser, etc., para mejorar la rugosidad de la superficie, la humectabilidad y otras propiedades del implante. Entre ellos, la electropulencia puede mejorar significativamente el acabado superficial, reducir la concentración de tensión y reducir el riesgo de infección; La arena puede aumentar la rugosidad de la superficie y promover el crecimiento del tejido óseo.